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miércoles, 29 de mayo de 2013

Seguimiento de objetivos

Solemos decepcionarnos cuando, al sentarnos con un proveedor un año después de poner en marcha un proyecto, vemos que no hemos alcanzados los objetivos acordados. Las consecuencias son claras:
 
1) El proveedor se siente decepcionado y será más duro a la hora de negociar las renovaciones.
2) Nuestra posición de cara a los clientes internos es también más débil, lo que nos afectará no sólo en esta negociación, sino también en otros proyectos
3) Las dudas sobre nuestro trabajo puede llegar a esferas indeseadas, tanto por encima de nosotros como por debajo.
 
Para evitar esta situación, debemos tener en cuenta una serie de aspectos:
 
a) El seguimiento tiene que ser a lo largo del año, no al final del mismo. Si se trata de un proyecto anual, deberemos establecer revisiones periódicas dependiendo de la importancia del mismo dentro de nuestros objetivos. Algo muy típico es un seguimiento mensual durante los tres primeros  meses, después en el mes sexto, el noveno y el duodécimo.
 
b) Debemos informar tanto al proveedor como a los clientes internos sobre la evolución del mismo. Esto supone involucrar a todos en el éxito del proyecto.
 
c) Siguiendo el punto anterior, debemos establecer medidas correctoras si fueran necesarias y seguir el efecto de las mismas en el proyecto.
 
Por último, debemos recordar que trabajamos con personas: no es aconsejable contactar con ellos sólo por el proyecto, sino que conviene crear relaciones interpersonales que limen asperezas y mejoren la comunicación.
 
 

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