
En cambio, aquellas empresas que han dado un paso más, aquellas que vemos en ocasiones trabajar - como dice su competencia - "por debajo del coste", suelen tener un enfoque más holístico, lo que les lleva a trabajar por debajo del coste de su competencia. En estas empresas se han dado cuenta de algunas diferencias entre comprar y vender y las utilizan en su beneficio:
- Vender depende en gran medida de factores externos (tendencias del mercado, estacionalidad, etc.). Podemos tener un fantástico producto y un equipo de ventas espectacular, pero aún así no tenemos todos los ases en nuestras manos. Ambas cosas ayudan - son fundamentales - pero no garantizan nada.
- Vender puede o no redundar en los beneficios. En ocasiones vendemos a un precio erróneo y cuanto más vendemos tanto más perdemos. Se puede dar la situación que una buena venta a un buen precio se tuerza algo (un servicio que se retrasa, una falta de calidad, etc.) y el beneficio queda en cero o incluso en negativo. Por poner un ejemplo, en una pequeña reforma donde el beneficio el instalador lo tenía en torno a 200€, una mampara explotó. No hubo heridos, pero el instalador tuvo que pagar los 190€ de la mampara, arreglar el techo, suelo y paredes así como la puerta donde se habían incrustado restos de cristal. El beneficio se había convertido en pérdidas en fracciones de segundo.
- Comprar es algo que depende de nosotros. Se podría decir que el precio depende del mercado y es verdad, si bien la compra incluye la optimización de la necesidad, la mejora de los servicios y / o productos de forma continua...aspectos que recaen en nuestras manos más que en el mercado. En este punto me suelen discutir con dos productos base (commodity): el gasóleo y la electricidad. El coste de ambos es perfectamente optimizable desde el punto de vista de compras: en cuanto al gasóleo, en multitud de ocasiones hemos reducido hasta un 40% el gasto total del transporte (incluyendo por lo tanto el gasóleo) optimizando su uso y condiciones; en cuanto a la electricidad, tenemos un ahorro medio con nuestros clientes de un 21% optimizando tanto gasto como consumo. El precio cambia día a día y nuestra influencia como consumidores en el mismo es insignificante, pero podemos influir en otros aspectos que conllevan al ahorro.
- Comprar bien influye directamente en los beneficios. Ayer estaba sentado con una cliente que me dijo estar a punto de llorar cuando le dijeron que Hacienda le devolvería 1.000€ cuando últimamente le tocaba pagar. Entendemos que eso es beneficio directo para nuestra cliente. De la misma manera, es beneficio directo cuando en Septiembre empiece a ahorrar en luz, teléfono, anti plagas, anti incendios, material de oficina...hasta un total de 3.600€.

No quiero con esto dar mayor relevancia a las compras con respecto a las ventas, sino mostrar, como en el segundo gráfico, que ambas son igualmente importantes para la empresa y que debemos aprovechar las características de cada una de las actividades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.