
Si nosotros hemos negociado con nuestro proveedor y mantenemos un precio plano (línea azul en el gráfico), un pequeño descuento o incluso un aumento no equivalente al aumento del coste, entonces estamos produciendo a nuestra empresa un MPS. Dicha diferencia deberemos multiplicarla por el volumen previsto (o el del año pasado si no lo tenemos aún) y he ahí nuestro ahorro.
¿Cuándo podemos informar sobre un MPS? Los proveedores siempre nos dicen que los costes suben, que el Valencia FC pierde y que su pareja les pega. Estas tres condiciones (por separado o en conjunto) no son excusa para informar un MPS:
1º) Debe haber una evidencia fundamental de cambio en las condiciones de mercado. Dicho cambio tiene que estar correctamente documentado.
2º) Dicho cambio debe afectar a todos los compradores del mercado en una región (por región entendemos Europa, no una comunidad autónoma) o a nivel global. Dicho impacto también tiene que estar documentado.
La palabra clave es "documentado". La documentación que debemos aportar para fundamentar nuestro ahorro es desde información de la bolsa, índices de precio al consumo, etc. Si los productos que estamos examinando son muy especiales, debemos aportar información sobre los diferentes aspectos que influyen en el precio final y mostrar cómo los precios de dichos componentes han evolucionado en el mercado.
El periodo que nosotros estudiamos suele ser un año pero, ¿qué pasa si la fluctuación es muy grande a lo largo del año? Lo mejor que podemos hacer en ese momento es comparar la fluctuación que tenemos en la actualidad con la que hubo en los años anteriores para poder hacer una previsión que revisaremos mensualmente.
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