Todos somos comerciales. Todos: los trabajadores por cuenta ajena venden su profesionalidad a cambio de una retribución. Los funcionarios venden su buen hacer no sólo al público - cuando éste está - sino también a sus otros compañeros. Los compradores también somos vendedores tanto en cuanto ofrecemos nuestro servicio. Hace poco vi cómo un comprador invertía su tiempo no en lo más provechoso para su empresa, sino en lo que había que hacer en ese momento. Esto no sólo genera frustración, sino que empieza a envolver de mediocridad nuestro trabajo. Como escuché hace poco en una ponencia, tenemos que invertir nuestro tiempo sobre todo en Actividades de Alto Valor. Los que suelen visitar esta parroquia reconocerán el análisis de Kraljic y habrán visto otros artículos en los que comentamos cómo trabajarlo. Hoy vamos a ver la aplicación de este esquema tanto para compradores como vendedores a la hora de priorizar su tiempo, qué objetivos nos tenemos que marcar y cómo podemos ser más competitivos:
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