Quizá parezca una ironía hablar de desmotivación positiva. La situación es muy sencilla: el proveedor que no sabe por qué de repente deja de recibir pedidos o bien se reduce el volumen. Llama para ver qué pasa y en la mayoría de los casos, quizá por evitar confrontaciones que no llevan a nada, recibe vagas explicaciones si es que recibe alguna. ¿Creemos que así podemos mejorar la cadena de suministro?
La falta de claridad no define al proveedor ni a la relación que tenemos con él, sino a nuestra profesionalidad. Nos resta credibilidad y no hacemos ningún favor a nuestra empresa. Veamos algunas ventajas de mantener una comunicación abierta y franca:
1) Futuras oportunidades: los proveedores evolucionan y el no mantener esa vía abierta puede suponernos que esta proveedor que actualmente no tiene lo que más nos interese no nos ofrezca en el futuro otras ventajas.
2) Mejorar nuestra competitividad: cuando evaluamos un proveedor automáticamente tenemos que especificar qué es calidad, qué esperamos de nuestros proveedores. Esto nos ayuda a mejorar nuestra competitividad porque nos obliga a definir, optimizar y recapacitar en cuanto a lo que queremos hacer.
3) Mejora la competitividad entre nuestros proveedores: en un porcentaje no desdeñable la competitividad se centra en precio, plazo y, en ocasiones, calidad. Ésta no se define. No tenemos una competitividad continua entre proveedores por dar todo lo mejor, por cumplir, por hacerlo bien y que ésta sea pública. Esta competición – que puede ser tan simpática como en la fotografía – ayuda a promover la calidad y la competitividad.
4) Adelantando un tema que quiero tratar en un futuro no muy lejano, aumenta nuestro atractivo como clientes. Esto mejora nuestra situación a la hora de negociar.
5) Tener información como la imagen superior nos lleva a que cualquier visita vea nuestra preocupación por la calidad, además del precio. El proveedor, lejos de asustarse, lo verá como una oportunidad de publicidad, un reconocimiento. Es decir, la desmotivación positiva motiva.
Solemos pensar que los únicos proveedores a los que tenemos que ayudar a evolucionar son los partner, si bien antes de convertirse en un partner tiene que andar un camino con nosotros no exento de dificultades y evolución por ambas partes.
1) Futuras oportunidades: los proveedores evolucionan y el no mantener esa vía abierta puede suponernos que esta proveedor que actualmente no tiene lo que más nos interese no nos ofrezca en el futuro otras ventajas.
2) Mejorar nuestra competitividad: cuando evaluamos un proveedor automáticamente tenemos que especificar qué es calidad, qué esperamos de nuestros proveedores. Esto nos ayuda a mejorar nuestra competitividad porque nos obliga a definir, optimizar y recapacitar en cuanto a lo que queremos hacer.
3) Mejora la competitividad entre nuestros proveedores: en un porcentaje no desdeñable la competitividad se centra en precio, plazo y, en ocasiones, calidad. Ésta no se define. No tenemos una competitividad continua entre proveedores por dar todo lo mejor, por cumplir, por hacerlo bien y que ésta sea pública. Esta competición – que puede ser tan simpática como en la fotografía – ayuda a promover la calidad y la competitividad.
4) Adelantando un tema que quiero tratar en un futuro no muy lejano, aumenta nuestro atractivo como clientes. Esto mejora nuestra situación a la hora de negociar.
5) Tener información como la imagen superior nos lleva a que cualquier visita vea nuestra preocupación por la calidad, además del precio. El proveedor, lejos de asustarse, lo verá como una oportunidad de publicidad, un reconocimiento. Es decir, la desmotivación positiva motiva.
Solemos pensar que los únicos proveedores a los que tenemos que ayudar a evolucionar son los partner, si bien antes de convertirse en un partner tiene que andar un camino con nosotros no exento de dificultades y evolución por ambas partes.
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